Simplicidad de Dios
October 11, 2023“Todos creemos con el corazón y confesamos con la boca que hay un solo Ser, simple y espiritual, al que llamamos Dios”.
Esa es la primera línea de la Confesión Belga (1561), una de las confesiones más antiguas y duraderas que surgieron de la Reforma. Me pregunto si notaste esos tres conceptos acerca de Dios.
Dios es un solo ser, lo que significa que sólo hay un Dios.
Es un ser espiritual, es decir, no es una sustancia material; él no tiene cuerpo.
Y Dios es un ser simple.
Ese es más difícil. ¿Qué quiere decir esto? La simplicidad de Dios es una doctrina clásica de la fe sobre la cual la mayoría de los cristianos nunca han oído hablar. Por “simple” no queremos decir que Dios sea sencillo o lento. No queremos decir que Dios sea fácil de entender.
Simple, como atributo divino, es lo contrario de compuesto. La simplicidad de Dios significa que Dios no está formado por otras cosas. No tiene partes, como una torre de Legos. No es una receta de cocina con muchos ingredientes.
Simplicidad significa que no debemos pensar en Dios como lo que obtienes cuando combinas bondad, misericordia, justicia, poder, infinidad, inmutabilidad y los unes en un solo ser divino. Esto haría de Dios la suma de sus atributos, y haría de cada atributo un cierto porcentaje de Dios. Y eso nos llevaría a clasificar algunos atributos como más altos y esenciales que otros.
¿Has sabido de gente que piensa que: "¿Dios puede tener justicia o santidad, pero Dios es amor”? La implicación siendo: que el amor es la mismísima naturaleza de Dios, mientras que esos otros atributos son solo cualidades incidentales de Dios. Pero Dios no es así. La declaración “Dios es amor” (1 Juan 4:8) es una maravillosa, buena noticia, pero no tiene más peso metafísico que “Dios es luz” (1 Juan 1:5), “Dios es espíritu” (Juan 4 :24), “Dios es fuego consumidor” (Heb. 12:29) o, en todo caso, todo lo que la Biblia tiene que decir sobre cualquier otro atributo.
Dios no solo posee algunos atributos. Dios es lo que posee. Cada atributo de Dios es idéntico a su esencia. No hay atributo que se adhiera a Dios como un percebe en un barco. Él no es un rompecabezas de propiedades divinas. Tampoco es una bola de cinta adhesiva con varios atributos pegados a él.
La doctrina de la simplicidad de Dios es importante porque nos ayuda a pensar en Dios de la manera correcta. No debemos concebir primero una clase de seres llamados “Dioses” y luego relacionar ciertos atributos con este Dios en particular. Dios está en una clase por sí mismo. Dios no es un tipo de ser divino, como una jirafa es un tipo de mamífero. El teólogo holandés Herman Bavinck comentó una vez que si Dios estuviera compuesto de partes como un cuerpo, o compuesto de género y especie, o compuesto de realidades potenciales y realidades actuales, “entonces la perfección, unidad, independencia e inmutabilidad [de Dios] [no podrían] ser mantenidas” (Dogmática Reformada 2:176).
En otras palabras, solo hay un Dios. Sólo hay una manera de ser Dios. Y todo acerca de este único Dios es absolutamente esencial para ser Dios. Por eso debemos creer en nuestro corazón y confesar con nuestra boca que Dios es simple.